Reseña literaria
Por:
Denisse Garnica Sánchez
“El artista es la mano que, mediante una u otra tecla,
hace vibrar adecuadamente el alma humana”
- Wassily Kandinsky
Wassily Kandinsky fue un pintor ruso
muy importante del siglo XX. Es considerado como el primer artista que creó un
cuadro totalmente abstracto. Estudió derecho, economía y pintura, y a pesar de
que se dedicó principalmente a la pintura, llegó a escribir varios libros. Los
cuales han sido considerados muy importantes para intentar entender el arte y
encontrar la belleza en él.
Uno de estos libros es De lo
espiritual en el arte, el cual fue el primero y más reconocido del autor.
En este libro se habla sobre la esencia espiritual en las cosas materiales que
conforman la obra, y como cada una de ellas afecta en la forma en que esta hace
sentir e imaginar al espectador.
El libro inicia con la frase “Cualquier
creación artística es hija de su tiempo y madre de nuestros propios
sentimientos”, la cual hace referencia a que el arte es único. Esto es porque nunca
se podrá revivir una época, por más que se intente recrear, nosotros nunca
podremos sentirnos de la forma en que se sintieron los griegos en su momento. Cada
obra tiene un contexto histórico, y de una forma, esta misma obra crea parte de
ese contexto histórico.
En el principio de este libro se habla
de un triángulo en movimiento, este representa la vida espiritual. En cada
nivel se encuentra un tipo de personas, cada uno de estos grupos ve el mundo a
su manera. El autor menciona que el artista se encuentra en la cúspide de este,
y por ello ve al mundo de una manera distinta. Lo cual lo hace un ser incomprendido
y considerado como un loco para la gente que se encuentra en niveles distintos.
Kandinsky nos habla sobre como el
verdadero propósito del arte es el expresar “el mundo interior”, y como la
música puede hacer esto de una manera tan sencilla. Mientras que, por el otro
lado, las artes plásticas no la tienen tan fácil, pues comúnmente suelen reproducir
fenómenos naturales.
En el libro se hace una comparación al
respecto; una orquesta puede reproducir el sonido de una rana, pero ¿con que propósito?
De esta misma forma el autor considera que es lo mismo al dibujar o pintar una
rana, no tiene ningún sentido.
Se habla sobre dos elementos
fundamentales del arte; la forma y el color. Los cuales son completamente
distintos, cada uno tiene un propósito único y al cambiarse estos, se cambia
toda la obra. Es to sucede por lo que el autor denomina como “los efectos del
color” y “el lenguaje de las formas”.
Se trata el tema de cómo cada forma y
color hace sentir al espectador de una forma, se analiza la comparación entre
los colores y los instrumentos musicales. Diciéndonos, de cierta forma, que los
colores pueden ser escuchados y la música producida por los instrumentos puede
ser vista, y que ambos los podemos sentir.
También
se menciona que el color y la forma puede influir en el organismo físico, el artista debe saber cómo usarlos para ejercer
una influencia directa con el alma, pues “El
artista es la mano que, mediante una u otra tecla, hace vibrar adecuadamente el
alma humana”. El artista debe cultivar tanto su sentido visual como su alma,
pues de esta forma da la fuerza e impresión de sus obras.
Este
libro me gustó mucho, pues me hizo ver el arte de una forma distinta.
Intentando entender como cada elemento, por más simple que parezca, hace que la
pieza sea y exprese lo que se busca. Cada elemento de la obra es importante,
sin uno de estos, la obra cambia.
Me agrado
el pensamiento del artista en donde se refiere a como el arte busca expresar lo
abstracto y la relación del artista entre la influencia que recibe y da a su época.
Creando así, poco a poco el mundo que conocemos. Formando para cada persona una
percepción distinta de la vida.
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